“A través de la patente se puede obtener una herramienta comercial que permite traspasar de mejor forma este conocimiento a la comunidad”, así explicó la jefa de la Unidad de Propiedad Intelectual (PI) de la Universidad de Concepción, Ximena Sepúlveda Barrera, la importancia de liderar el ranking nacional de instituciones según la cantidad de patentes concedidas.
Es que los números son muy positivos para la casa de estudios penquista. De acuerdo a la información del Instituto Nacional de Propiedad Intelectual, Inapi, requerida a través del sistema de transparencia pasiva, la UdeC lidera el listado de concesiones de patentes en el país para el periodo 2000-2020, en que, de 616 solicitudes, 582 fueron otorgadas a nivel nacional.
Entre otros datos obtenidos de la información entregada por el organismo oficial, son cinco las universidades que concentran el 75% de estas concesiones, liderando la UdeC con 180 unidades, seguida por la U. de Chile (83), U. de Santiago de Chile (81), Pontificia U. Católica de Chile (74) y U. Técnica Federico Santa María (65). En cuanto a la tasa de patentes concedidas versus las solicitadas, la UdeC supera el 80 % de propuestas exitosas.
“Esto está directamente relacionado con la calidad de la investigación que se hace en la Universidad”, detalló la jefa PI UdeC, y explicó que “una cosa es solicitar patentes y otra es que las patentes sean concedidas, y ése es un filtro muy estricto que se mide a nivel mundial y que significa en definitiva cumplir con un alto estándar de calidad, ámbito en el que la Universidad hoy día está liderando”.
Para la directiva, la importancia de patentar en el contexto académico consiste en “valorizar la investigación y el esfuerzo creativo, porque, a través de la patente, se puede obtener una herramienta comercial para transferir el conocimiento a la sociedad”.
En la consecución de estas auspiciosas cifras, es fundamental, afirma la abogada, un trabajo constante en transmitir la importancia de proceso de patentamiento a los integrantes de la comunidad universitaria, además de “tener reglas claras respecto de la titularidad de los beneficios y establecer procedimientos que sean ágiles y que faciliten a los investigadores el llegar a proteger las tecnologías, a través de derechos de propiedad intelectual”.
La Unidad de PI en la UdeC es el organismo encargado de gestionar el proceso de patentamiento de las invenciones generadas en sus diversas reparticiones.
En ella, labora un equipo multidisciplinario experto y líder en el área, que presta servicios a reparticiones universitarias y a terceros, en materias relativas a la protección de la propiedad industrial e intelectual, así como en el comercio de los derechos que de ella deriven, considerando que los patentes son una herramienta jurídica que incentiva la innovación porque otorgan un derecho de exclusividad para utilizar las tecnologías protegidas por sí o a través de terceros licenciatarios. Además, al patentar, se reconoce expresamente a quien es el creador o inventor.
LA MIRADA ESTATAL
Por otra parte, la directora del Instituto
Nacional de Propiedad Intelectual, INAPI, Loreto Bresky Ruiz,
destacó el rol que cumplen las instituciones de educación superior en este
ámbito. “Las universidades son actores fundamentales del ecosistema de
innovación local y las cifras de pateamiento, así lo demuestran. Junto con
generar nuevo conocimiento, las casas de estudio han sabido construir su propia
institucionalidad en esta materia, lo que ha permitido sistematizar el
resguardo, gestión y transferencia tecnológica de los derechos de propiedad
industrial”, afirmó.
La personera explicó que INAPI busca brindar una plataforma que permitan la internacionalización de las invenciones nacionales, a través de acciones como “facilitar la tramitación e incentivar el uso del PCT (Tratado de Cooperación en materia de Patentes), y agregó que “las universidades se están favoreciendo cada vez más de estas condiciones, para llegar a nuevos destinos en posición de ventaja”.
SINERGIA INSTITUCIONAL
La Directora de la Unidad Santiago de
la UdeC, Dra. Marcela Angulo González, destacó la importancia
del proceso de transferencia de conocimiento para resolver problemáticas reales
de la sociedad y del sector productivo. “En Chile se ha avanzado en visibilizar
este aporte que hacen las universidades; de hecho, INAPI premia cada año a las
entidades con más solicitudes de patentes. Es muy bueno ver que la UdeC no sólo
es una de las líderes en solicitudes, sino que es la que tiene la mayor tasa de
otorgamiento de patentes”, señaló.
“El desafío es que estas patentes ya concedidas puedan ser efectivamente transferidas al medio externo, sea mediante licenciamiento o creación de spin offs. Es algo en que la Universidad ha avanzado mucho en los últimos años, pero aún hay mucho por hacer”, detalló Angulo. “Es un proceso largo y complejo, pero lo ideal es que, desde el inicio, desde que se concibe la idea, ya se empiece a pensar cuál es el mercado final, quiénes pueden ser los potenciales clientes de la tecnología, de manera de vincularlos tempranamente para enfocar mejor su desarrollo”.
La Dra. Angulo citó como ejemplo de este proceso de transferencia a la tecnología denominada Green Copper, un nuevo proceso de procesamiento de concentrados de cobre cero emisiones y cero residuos, desarrollado por el equipo de Metalurgia Química de la Facultad de Ingeniería, que lidera el Dr. Igor Wilkomirsky Fuica. “Es un proyecto estratégico para la Universidad, que ya tiene dos solicitudes de patente en proceso, tanto en Chile como a nivel internacional. Se trata de una tecnología que puede ser disruptiva para la minería a nivel mundial y, desde esa perspectiva, estamos desde ya buscando aliados del sector industrial para avanzar en su pilotaje y validación a escala industrial”.
Por otra parte, el Director de Desarrollo e Innovación de la UdeC, Dr. Pablo Catalán Martínez en tanto, destacó que estos indicadores de INAPI respecto a la UdeC, “son un fiel reflejo de la capacidad institucional que ha instalado la Universidad de Concepción en su organización de transferencia tecnológica- producto de una apuesta estratégica que se realizó hace ya casi dos décadas”.
“Tal apuesta estratégica”, continúa Catalán, “se conjuga con la capacidad de investigación y desarrollo que posee actualmente la Universidad y que ha presentado a través del tiempo, permitiéndole, por una parte desarrollar tecnologías en base a nuevos conocimientos generado en la UdeC, y, por otra parte, que estas tecnologías sean transferidas para su uso y aplicación”, en este sentido, destacó el directivo, “nuestra OTL y nuestra Incubadora de empresas, Incuba UdeC, con una gran sinergia, juegan un rol preponderante en los procesos de gestión tecnológica que nacen de las investigaciones desarrolladas en la Universidad”.
En este mismo sentido, Marcela Angulo, explicó que esto “ha permitido que cuando una tecnología tenga el potencial de transformarse en una empresa de base científico-tecnológica (EBCT), en que académicos o estudiantes puedan ser los socios que llevan adelante ese emprendimiento para insertar esta tecnología en el mercado, la universidad puede proveerles un apoyo más integral. Este es un camino que está tomando fuerza por un tema maduración del modelo, pero también por un cambio de contexto en el país, donde tenemos un Ministerio de Ciencia que está favoreciendo la creación de este tipo de emprendimientos, con programas como Start Up Ciencia”.