La industria frutícola es la principal exportadora de alimentos de Chile. Frutas como las manzanas y peras son transportadas en cajas de cartón y envueltas con papel y/o plástico. Sin embargo, entre un 3 y un 5% de la fruta exportada es rechazada en el país de destino, muchas veces por el ataque de hongos que producen la descomposición postcosecha del producto.
Por su parte, la mayoría de los materiales plásticos usados para embalaje y empaque de fruta se basan en materias primas fósiles derivadas del petróleo, que genera gran cantidad de residuos plásticos que crean problemas ambientales.