Dos premios recibió la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad de Concepción, en la ceremonia organizada por Corfo y la Red de Gestores Tecnológicos de Chile, en las categorías “Gestor Tecnológico 2019” y “Equipo de Investigación”

Unos 120 representantes de distintas universidades, centros de investigación, empresas y hubs se reunieron este viernes 10 de enero en el Hotel Plaza el Bosque de Santiago, para participar de la “Jornada de Trabajo y Premios de Transferencia Tecnológica 2019”, organizada por la Red de Gestores Tecnológicos de Chile (RedGT) y Corfo.

En la oportunidad, la Directora Ejecutiva de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad de Concepción, Sandra Araya Tapia, fue reconocida en la categoría “Gestor Tecnológico 2019”. Su candidatura al certamen fue presentada por el Hub APTA, destacando el acompañamiento que realiza la OTL UdeC en el proceso de transferencia de las tecnologías universitarias a la sociedad, la creación de empresas de base tecnológica, la gestión realizada durante el año que recién termina para lograr la comercialización a México de las mallas fotoselectivas desarrolladas por la Facultad de Agronomía UdeC, y la firma de licencias a distintas empresas.

Después de 12 años dedicados a la transferencia tecnológica en la Universidad, y 7 como directora de la OTL UdeC, Araya entiende el premio como un motivo para continuar. “Siempre es grato que se reconozca el trabajo que uno realiza, sobre todo porque transferir resultados de investigación a la sociedad, para que tengan el impacto positivo que se espera, demanda de mucho esfuerzo y perseverancia, no solo del gestor tecnológico, sino que del equipo de investigadores detrás del proyecto. Se trata de procesos de largo aliento que no siempre terminan de manera exitosa, con un contrato firmado, por ejemplo, y por lo mismo se invisibilizan” comentó Sandra Araya, y agregó: “No puedo dejar de mencionar que existe un tremendo equipo de profesionales que trabaja conmigo en la OTL UdeC, que está bastante consolidado, y nos permite amplificar el alcance de esta labor, por lo que me encantaría que a futuro sean ellos a quienes se les reconozca por sus méritos como gestores tecnológicos”.

Por su parte, el proyecto liderado por el Dr. Leopoldo Gutiérrez, profesor asociado del Dpto. de Ingeniería Metalúrgica de esta casa de estudio, fue finalista en la categoría “Equipo de Investigación”, por lo que debió exponer en 5 minutos el caso de la tecnología desarrollada y cómo fue el proceso para transferirla a la empresa Konatec, responder las preguntas del jurado, quienes ponderaron el problema detectado y la solución tecnológica, las competencias y capacidades del equipo de trabajo, la experiencia del trabajo colaborativo con las OTLs, y el impacto socio económico esperado de la solución. Tras la deliberación, el “Reómetro en Línea” se llevó el segundo puesto de la competencia.

Al respecto, el Dr. Gutiérrez se manifestó satisfecho: “El haber obtenido este lugar nos hace sentir ganadores. Nos da un impulso, nos va a ayudar en temas de difusión para mostrar nuestra tecnología dentro de esta red nacional”. El reómetro en línea permite caracterizar el comportamiento de pulpas minerales, midiendo en tiempo real la capacidad del fluido de moverse y transportarse. Se considera una innovación en Chile, pues hasta la fecha la industria minera no incluye en sus procesos mediciones de este tipo. “El impacto es fuerte en distintas etapas del proceso, porque tiene como objetivo mejorar la productividad y al mismo tiempo, evitar o disminuir el impacto adverso que tiene esta actividad en el medio ambiente. Este instrumento mejora la recuperación de agua, disminuye el consumo de energía, aumenta la producción de cobre y molibdeno, entre otros minerales”, sostuvo el investigador.

En el desarrollo de esta tecnología participó el SMI-ICE-Chile, centro de excelencia internacional que cuenta con financiamiento CORFO. De esta forma, las negociaciones para lograr la licencia con la empresa Konatec SpA tuvieron un componente adicional, en donde como apunta el Dr. Gutiérrez el trabajo colaborativo fue esencial: “Los académicos tenemos la función principal de formar profesionales en la Universidad, e investigar para crear nuevo conocimiento. Por eso la OTL y los socios de Konatec juegan un rol fundamental, para ver aspectos legales, contratos, negociaciones, la protección intelectual, y mucho más. Eso nos permitió explorar opciones para validar esta tecnología a nivel industrial”, explicó.

Pensando en el futuro

Fernando Hentzschel, Gerente de Capacidades Tecnológicas de CORFO, estuvo presente en la premiación y destacó que los casos presentados son los resultados de una política pública, que busca institucionalizar el vínculo entre las capacidades de desarrollo que hay en las universidades, con las necesidades de las empresas y de la sociedad en general. “Nuestra agenda de trabajo tiene dos componentes importantes: uno responde a la emergencia, apuntando a darle una mano a las pymes; el otro busca fortalecer nuestro tejido productivo, para que sea más robusto y más resiliente a todos los cambios, no solo sociales”, indicó Hentzschel, y agregó: “Somos tremendamente vulnerables a fenómenos de cambio climático, nuestra economía es susceptible a los desastres naturales, entonces tenemos la tarea de hacer que la industria chilena sea más fuerte y además tome las expresiones de una nueva economía, con transformación digital, economía circular y gestión eficiente de recursos”.

En este contexto, el ejecutivo de Corfo explicó la importancia de tener una mirada integral al momento de responder a las necesidades, ejemplificando esta idea con el desarrollo tecnológico de la Universidad de Concepción. “Esta tecnología apunta a resolver problemas operativos de la minería y reducción de uso de agua, es decir, cruza transversalmente la competitividad y las problemáticas de cambio climático que hoy tenemos. Es un ejemplo de cómo podemos generar una matriz productiva más competitiva, pero sobre todo una sociedad y una calidad de vida mucho mejor para todos”, sostuvo.

En el mismo evento, RedGT preparó un espacio para sumarse al proceso participativo de diálogo “Pensemos Juntos”, convocado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, a través de 10 mesas de trabajo. En ellas, los distintos actores del ecosistema de innovación del país pudieron aportar sus experiencias.

“Estos diálogos nos ayudan a identificar cómo tenemos que seguir avanzando, cuáles son las trabas que todavía existen, qué tipo de programas creen que debemos diseñar o cuáles deberíamos modificar. Y por supuesto, conocer las historias de éxito, nos ayuda a ver cómo las replicamos”, comentó Benjamín Maturana, Jefe de la División de Política de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación del nuevo Ministerio, quien participó como jurado de la competencia. “Una de las principales misiones de este nuevo ministerio es ver cómo conectamos la gran calidad de conocimiento científico que se está generando en nuestras universidades con las necesidades más urgentes de la sociedad, en términos productivos, pero también en términos sociales y medio ambientales. No vamos a lograr hacer esa conexión exitosa sin actores fundamentales como las OTLs, los hubs, los gestores”, finalizó.

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