Neuroestimulador desarrollado por penquistas recibe premio internacional

Un dispositivo desarrollado por dos ingenieros penquistas, el cual ayuda a pacientes con secuelas causadas por accidentes cerebrovasculares, fue el gran ganador del South Summit 2017, importante evento que reúne a emprendedores e inversionistas internacionales.

Pablo Aqueveque y Francisco Saavedra son los responsables de SmartFES, un neuroestimulador diseñado para las personas que son afectadas por «caída de pie», un eventual efecto de un accidente cerebrovascular, el cual impide mover de manera correcta la extremidad.

Aqueveque es ingeniero civil electrónico y es docente en la Universidad de Concepción (UdeC) y Saavedra es ingeniero civil biomédico, especialidad que cursó en la misma casa de estudios superiores.

En el South Summit de este año, realizado el viernes 1 de diciembre en Bogotá, Colombia, participaron 40 equipos de diferentes países y 11 iniciativas eran chilenas.

Los penquistas ganaron la categoría «Medicina», pero también la instancia final, que reunió a los mejores de cada especialidad presentada en el evento.

Aqueveque se mostró contento por recibir la distinción y señaló que es algo alentador, «porque es un trabajo silencioso de varios años que se traduce en esto».

Saavedra indicó que se reconoce una labor de cinco años. «Refleja todo el esfuerzo que hemos puesto y a lo que queremos apuntar como empresa y proyecto, llegar a toda Latinoamérica y el mundo con esta ayuda técnica que mejora la calidad de vida de las personas», sostuvo.

De manera paralela a la distinción en Colombia, el neuroestimulador obtuvo esta semana el segundo lugar en el Premio de Innovación Tecnológica que entregó la Academia de Ingeniería de Chile.

DESARROLLO

El recorrido con SmartFES empezó en 2010, cuando Aqueveque hizo un postdoctorado en Inglaterra, en donde le tocó revisar estimuladores implantados en el cuerpo. De ahí comenzó a estudiar para qué servían y el campo que existía sobre esta materia.

Así llegó a las secuelas causadas por los accidentes cerebrovasculares, los cuales son numerosos en varios países, incluyendo el nuestro.

«En Chile afectan a 25 mil personas al año, un tercio fallece, otro se recupera completamente y el otro tercio sufre secuelas motoras, como el pie caído o problemas en la mano», explicó el ingeniero civil electrónico.

El 2011 Aqueveque le hizo clases a Saavedra en la UdeC y le propuso trabajar en la idea de generar un dispositivo para la «caída del pie» que fuera fácil y cómodo de utilizar.

Así empezaron con la faena, primero, como una tesis de pregrado, probaron un concepto basado en un circuito muy simple, pero que al mismo tiempo no era aplicable a pacientes, porque tenía muchos circuitos y cables.

Los siguientes años fueron de búsqueda de recursos y mejoramientos del proyecto. Por ejemplo, postularon a una convocatorio de emprendedores de Innova Biobío, por la cual se adjudicaron $5 millones para fabricar prototipos.

También contaron con la colaboración del Departamento de Kinesiología de la UdeC para hacer pruebas. Con otros recursos obtenidos, como uno de valorización de investigación en universidades del Fondo de Fomento al Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondef), pudieron trabajar con un equipo humano un poco más grande.

Junto con seguir las mejoras durante los años posteriores, también consiguieron la colaboración de otras instituciones para las pruebas médicas, como el centro de rehabilitación Cruz del Sur de Punta Arenas.

COMERCIALIZACIÓN

El SmartFES ha sido presentado en diferentes instancias. En 2015 y este año tuvo presencia en el Congreso Iberoamericano de Tecnologías de Apoyo a la Discapacidad (Iberdiscap). La última versión se efectuó en Bogotá, en donde los profesionales se enteraron de la realización del South Summit en esa misma ciudad.

Como Aqueveque y Saavedra no podían viajar para asistir al encuentro, los representó Benjamín Germany, quien colabora en los asuntos comerciales del proyecto.

Uno de los objetivos de la iniciativa es que el dispositivo fuera accesible económicamente. Hoy tiene un valor de alrededor de un millón de pesos, mucho menos de los $6 millones que cuesta un aparato similar producido en Estados Unidos.

Aqueveque comentó que la distinción internacional es importante para atraer atención sobre el proyecto, pero también para acceder a inversionistas para llegar a otros países. «Si no trabajamos con la lógica de una compañía, esto no funciona», dijo.

Fuente: Diario El Sur

Otros links de interés:

AGENCIA EFE

https://es-us.noticias.yahoo.com/iniciativas-colombia-m%C3%A9xico-chile-premiadas-cumbre-innovaci%C3%B3n-233900080–business.html

COLOMBIA.INN

http://colombia-inn.com.co/la-chilena-smartfes-ganadora-del-south-summit-alianza-del-pacifico/

EL MERCURIO

http://www.litoralpress.cl/paginaconsultas/gestor_de_documentos/generador.aspx?Key_Data=CZrT5r+4BYCeybdEQSQ2Hqk2lJxuPc0hYx3kOY5HlFGDp1TuRB/40EjONgkofsacDs2u9IlOC7gHHI6dhFDrZ4N0HDkzUWLlnrtc2M35aiA=

EL PULSO

http://pulsosocial.com/2017/12/01/la-startup-chilena-smartfes-la-gran-ganadora-del-primer-south-summit-alianza-del-pacifico/

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