CIENTIFICOS DE LA UNIVERSIDAD DE CONCEPCIÓN DESARROLLAN INNOVADOR PAPEL ALGAL CON PROPIEDADES BIOACTIVAS PARA USO AGROINDUSTRIAL 

foto3

  • Investigadores del grupo interdisciplinario de Biotecnología Marina, GIBMAR, del centro de Biotecnología de la Universidad de Concepción, desarrollan desde hace varios años investigaciones en torno a las algas que se recogen en la zona costera de la región del Biobío. Dentro de sus logros está el haber desarrollado nuevos productos a base de algas, siendo uno de ellos el papel algal con propiedades Bioactivas para uso agroindustrial.

La industria frutícola nacional es el tercer sector más importante de la economía nacional y primer exportador del hemisferio sur, alrededor de U$2.600 millones de dólares genera esta industria a nuestro país por concepto de exportación. Hoy, esta industria se enfrenta a una mayor competencia, donde la condición de llegada de la fruta juega un rol fundamental y diferenciador dentro de los mercados internacionales.

Teniendo en consideración estos comportamientos en la producción de fruta, investigadores de GIBMAR desarrollaron un papel algal que permitirá, sólo por concepto de deterioro debido a la oxidación y ataque de fitopatógenos postcosecha (hongos y bacterias), disminuir las pérdidas de la industria frutícola nacional avaluadas entre un 3 a 5% del volumen de las exportaciones.

Los embalajes para frutas y hortalizas, entonces, se transforman en un elemento que tiene por objeto proteger la integridad de los productos durante el transporte hasta que llegue al consumidor final y, es por ello, que la elección correcta del packing es un factor clave, ya que en los mercados de destino se exige calidad, frescura, presentación e inocuidad, parámetros que de no ser cumplidos derivan en rechazos y pérdidas para el sector exportador de nuestro país.

foto2

Propiedades Bioactivas

El papel algal desarrollado cuenta con propiedades biológicamente activas, y es elaborado a partir de fuentes renovables tales como fibras secundarias de celulosa y macroalgas chilenas. El producto puede ser utilizado para envolver y, con ello, proteger frutas y vegetales contra el estrés oxidativo del aire, el ataque bacteriano y, principalmente, frente a hongos fitopatógenos, permitiendo la prevención de daños durante el almacenamiento y transporte de la fruta de exportación.

“Lo importante es la estructura de este papel que tiene este componente bioactivo, y que protege a la fruta de exportación frente a fitopatógenos post cosecha”, explica el Dr. en Oceanografía Biológica, Cristian Agurto Muñoz, quien dirige el grupo interdisciplinario de Biotecnología Marina, GIBMAR. “Con esta tecnología logramos un 70% de reducción de la infección y de las pérdidas en un experimento en laboratorio, y un 50% de la reducción de la infección en un experimento en condición de packing, la última prueba a nivel industrial que se realizó en el proyecto. Por lo tanto, el impacto económico y los beneficios son bastante atractivos para la industria de la fruta. Además, se abren nuevas oportunidades de negocio, las empresas de algas que quieran valorizar su materia prima, una empresa química que quiera trabajar con un extracto bioactivo, o una papelera que quiera diversificar el uso del papel para el packing de frutas. Por su parte, está el usuario final, que es el empresario que quiere reducir las perdidas por problemas de postcosecha con la fruta, con un nuevo producto de origen natural y el beneficio de reducir a un 50% las pérdidas, que resulta atractivo y hace que el proyecto sea viable económicamente”, señala Agurto.

foto1

Vinculación con las empresas, Modos de Prueba

Para llevar a cabo las pruebas finales del papel en condiciones de packing, se estableció una colaboración con la empresa frutícola Verfrut S.A., que cuenta con ocho plantas, oficinas y cinco campos de producción con más de 700 hectáreas plantadas, y produce una de manzanas de las variedades Royal Gala, Fuji, Granny Smith, Brookfield y Rojas, así como Peras Asiáticas. En la planta ubicada en Longaví, se procesa y embala la totalidad de su fruta en sus propios packings, plantas procesadoras y centrales de acopio/frío de última tecnología.

Sobre el papel que cumplió esta empresa, “la empresa Verfrut, se unió al proyecto en la parte final. Su rol fue clave, ya que nos dieron todas las facilidades, toda la logística y la infraestructura, para poder trabajar con la fruta y con todo el proceso completo de frutas para que nosotros pudiéramos hacer las pruebas”, cuenta Cristián Agurto. “Tuvimos un ensayo de tres meses y fracción, en los cuales se simuló un quiebre de temperatura. Es decir, la fruta llega a puerto y se abren las puertas del container donde van refrigeradas y con eso pudimos trabajar bajo las condiciones de transporte de la fruta exportada. Es en este quiebre térmico donde se expresa la perdida de fruta, por golpes o porque viene infectada con algún tipo de hongo”.

Por su parte, Cristián Mozo Covarrubias, Gerente de Producción en la Exportadora Verfrut, señala que “la relación que hay entre las universidades y el mundo privado a veces es bastante distante y participar de este tipo de proyectos para nosotros es muy importante porque, por un lado, nos acerca a la universidad y, por otro lado, nos permite estar a la vanguardia en todos los aspectos tecnológicos. Nosotros como Verfrut, siempre estamos en mejoras continuas, estamos buscando la excelencia y nuestros clientes cada vez son más exigentes y nos van pidiendo más calidad y mejores condiciones de la fruta. Por lo tanto, uno no se puede quedar con lo que se ha logrado en estos años, sino que siempre hay que estar mejorando los procesos”. Esta vinculación ha sido importante porque Verfrut es un usuario final, y está interesada en la tecnología solicitando nuevos formatos para otro tipo de envoltorios para frutas como la uva, por ejemplo.

Sandra Araya, Directora Ejecutiva de la Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad de Concepción comenta que, “este desarrollo cuenta con resultados prometedores que indican que se ha logrado obtener prototipos del papel algal bioactivo, que presenta un desempeño superior en condiciones reales al de las alternativas disponibles hoy en el mercado respecto de su capacidad de conservar la fruta por mayor tiempo evitando que ésta sea atacada por hongos. Es por eso, que hoy el trabajo está enfocado en sumar a socios estratégicos que permitan llevar el proceso productivo a escala comercial, así como perfeccionar el prototipo del papel y hacer validaciones a mayor escala y con distintas frutas”.

Con esta tecnología de papel algal con componentes bioactivos, se valoriza y se diversifica el uso de las algas, a través de un producto validado, que reduce significativamente las perdidas de la fruta embalada gracias a su actividad antifúngica y antioxidante, con potencial para resultar en un proceso escalable.

DSC06288

Recuadro: Ventajas de la Tecnología

– Capacidad antioxidante.
– Capacidad para inhibir el crecimiento de los hongos fitopatógenos Botrytis cinerea, Alternaria alternata y del género Penicillium.
– Material 100% biodegradable, elaborado a partir de fuentes renovables.
– Mayor efectividad en comparación con el papel tradicional (papel sulfito), ya que prolonga la calidad de la fruta en condiciones de almacenamiento para exportación.

Fuente: Oficina de Transferencia y Licenciamiento de la Universidad de Concepción
0 Comentarios

Contesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Inicia Sesión con tu Usuario y Contraseña

¿Olvidó sus datos?