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Por el momento está disponible para uso veterinario y en vías de comenzar estudios para su aplicación en humanos. Fármaco tiene una serie de ventajas comparativas respecto de otros de actual aplicación. 

Tania Merino Macchiavello
tania.merino@diarioconcepcion.cl

A partir de un alga de alta toxicidad para el desarrollo de la acuicultura en Chile y que tiene presencia en el sur del país, un equipo de investigadores de la Universidad de Concepción logró desarrollar un potente anestésico.

Se trata de un preparado que no presenta toxicidad en los ensayos realizados, representando una poderosa herramienta farmacológica para la generación de anestésicos locales altamente selectivos, potentes y de rápida recuperación, con baja incidencia de efectos secundarios y neurotóxicos, tal como lo describe el catálogo de investigaciones UdeC.

Allisson Astuya, doctor en Ciencias Biológicas, área Biología Celular y Molecular, y Jorge Fuentealba, médico del departamento de Fisiología de la UdeC, encabezan este trabajo.

Astuya explica que por el momento, se trata de un anestésico de uso veterinario que espera, optimizando los procesos de escalamiento y de bioprocesos, poder contar con una nueva formulación para uso humano como anestésico local.

En términos de proyecciones de mercado, se trata de una nueva herramienta terapéutica dentro del arsenal farmacológico que hoy se utiliza, «esperamos que tenga elementos diferenciadores con respecto a soluciones anestésicas/analgésicas sintéticas, como mayor tiempo de actividad biológica, con alta efectividad de acción, con acción específica y reversible, nula toxicidad (inocuidad alta), además ser obtenida de fuente de origen natural e innovadora no utilizada actualmente», enumera Astuya.

Este último punto es destacable, por cuanto, su elaboración a partir de una microalga ictiotóxica de la clase de las Raphidophyceae, no deseada, le otorga ventajas en la factibilidad de escalamiento, al ser una solución tanto para el sector salud como para el sector productivo, por su efecto en la acuicultura… Además, Astuya visualiza también una prospección positiva respecto de costo efectividad

En lo que se refiere a la utilización en humanos, Fuentealba explica que, en términos generales, el desarrollo de una nueva molécula o toxina siempre lleva asociado un largo período de investigación pre-clínica y luego otro tanto de investigación clínica que permita conocer, con total certeza y seguridad, sus efectos sobre el funcionamiento fisiológico del ser humano. «Nuestro hallazgo se encuentra en la primera fase, hemos desarrollado la caracterización inicial de un gran hallazgo, ahora necesitamos conseguir un proyecto de las entidades publicas (Corfo, Innovabiobio, Fondef idea), que nos permita consolidar la investigación básica, y podamos así, alcanzar el diseño de un prototipo de anestésico local y general, que en la etapa siguiente puedan iniciar sus pruebas preclínicas en animales», detalló.

En este sentido, lamentó Fuentealba, no han tenido fortuna, «las propuestas que hemos presentado no han sido financiadas, pero esperamos que en el corto plazo podamos acceder un proyecto de I+D+i, que nos permita acceder a los recursos necesarios; otra alternativa podría ser un inversionista privado que concuerde con nosotros en que este descubrimiento que hemos hecho, representa una gran oportunidad de desarrollar un fármaco proveniente de una fuente natural que crece en nuestras costas, y que sería la primera toxina con aplicación clínica obtenida desde nuestro mar, para todo el mundo, algo hasta ahora inédito».

Supera a otros

El anestésico desarrollado se perfila además como una oportunidad de mejorar los estándares en relación a los productos existentes en el mercado, muchos de los cuales, incluso han tenido restricción de comercialización, como es el caso de la lidocaína, que en bebés puede provocar afectos que podrían derivar en hipertensión, apnea, convulsiones e, incluso, paro cardíaco.

Entre las deficiencias de los anestésicos actuales los responsables del desarrollo del nuevo producto mencionan la escasez de fármacos para el tratamiento y manejo del dolor que cumplan con requisitos básicos como ser de rápida acción, alta potencia, selectivos y con bajos efectos secundarios o colaterales.

En este tipo de productos, enumeran además, persisten problemas como ausencia de una mayor y mejor versatilidad en las dosificaciones y efectos inespecíficos en otros sistemas como el motor y la persistencia de toxicidad a nivel cardíaco y nervioso.

«En conjunto estas características son prioridades en la terapéutica, requerida especialmente para los equipos de anestesiólogos y anestesistas en la práctica clínica actual», asegura Astuya.

En esta línea, los resultados del trabajo realizado en la UdeC demostraron que el elaborado a partir de la microalga tiene la capacidad de inhibir de forma rápida y potentemente el impulso nervioso en modelos neuronales, de manera similar a tetrodotoxina, que es una neurotoxina clásica con antecedentes de propiedades anestésicas: La diferencia es que el nuevo preparado retira la toxina del medio y se presenta reversible, «donde las neuronas recuperan su capacidad de trasmitir el impulso nervioso por completo (se recuperan 5 veces más rápido que con TTX ). Estas características son las definidas por los equipos clínicos como requisitos claves para el desarrollo de anestésicos», señala Astuya.

Frente a toda esta evidencia, Fuentealba apela a buscar respaldo para la investigación. Es un gran desafío, y lo hemos asumido en conjunto con el Equipo de la Dra. Astuya, hemos avanzado en resultados muy interesantes en esta línea de investigación, pero soportados por la solidaridad de otros proyectos , por lo cual, es clave poder conseguir fondos de convocatorias nacionales o regionales que permitan financiar esta investigación».

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